viernes, 22 de agosto de 2008

Hipocresía social

Hay muy pocas cosas que me afecten de verdad. Supongo que como a la mayoría. Los accidentes que se leen en la prensa me quedan muy lejos. El fallecimiento de una persona que nunca he conocido ni siquiera me causa desazón. En general, aquello a lo que yo no puedo hacer nada, ni por solucionarlo ni por paliar el dolor de un ser querido, tanto familiares como amigos, me resulta indiferente. A mi alrededor oigo expresiones de pesar, que no comprendo ni comparto.
Del accidente de Barajas me preocupa más la seguridad en los MD-82 (aviones en los que suelo viajar) que el dolor de los familiares de los fallecidos. Aunque oyendo a periodistas y familiares, algunos se creen que es una fiesta o una oportunidad de hacerse famosos. ¿Quién en su sano juicio después de perder a un familiar en un accidente aéreo, sin saber si podran dar sepultura a los restos mortales de sus seres queridos hace las declaraciones que oímos en televisión? He oído a algunos hablar de que estaban a la espera de los resultados de los test de ADN con más tranquilidad que si hubieran sido análisis para conocer el colesterol. Yo estaría roto de dolor. Pero en este caso no siento nada. Me preocupa más cuando leo que hubo un accidente de tráfico por las cercanías por si algún familiar estuvo implicado en él. Pero en nuestro mundo de hipocresía, todo el mundo emplea expresiones como tremendo, desastre, dantesco, terrible, horrible, espantoso en sus descripciones de una noticia que no le va a quitar el sueño.
Y en los funerales se sigue dando el pésame y pensando en que con eso ya has cumplido y que al terminar te vas a tomar una cerveza en el bar de al lado.
O asuntos más pueriles como cuando alguien te ofrece un alimento como delicioso y hay que darle la razón a que ese comistrajo soso, salado, desaborido, grumoso, poco hecho, demasiado cocido, pringoso o simplemente vulgar sea un manjar delicado y delicioso.
O que te encuentras con alguien que te cuenta su vida y que no tiene el mínimo interés en saber nada de la tuya.
Yo soy incapaz de mentir y he optado por sonreir, salvo cuando se trata de algo que requiera una expresión seria y circunspecta. Cada uno que interprete lo que quiera. Les oyes recitar sus salmos «¿Has oído lo del accidente...?Ha sido horrible...» y asientes con aire serio y circunspecto.
Quizá por todo eso me gusta ver «Dexter»

1 comentario:

Irreverens dijo...

¡Muy, muy, pero que muy de acuerdo con usted, Sir John!

Hasta las cejas de tanto pésame hipócrita y oportunista.
Los que sufren son los familiares más cercanos a las víctimas. A los demás, lógicamente, no nos puede afectar ni quitar el sueño... si no es porque en breve vamos a subir a un avión.

Bicos, meu!
;)