martes, 24 de junio de 2008

Diario de a bordo: 24 de junio

Tras una noche de fuego y ron, la tripulación tiene una mañana tranquila y resacosa. He aprovechado la tranquilidad para hacer una prueba que el comandante me pidió hace unos días. Como no podía ser de otra manera, el comandante nos pide un imposible y, aunque nos hemos aproximado bastante, el experimento ha fallado.
Tengo a un marinero en la bodega haciendo inventario de los botines. Ya falta poco para el día del reparto y hay que tener las cuentas claras.

Diario de a bordo, 24 de junio de 2008

lunes, 23 de junio de 2008

Diario de a bordo: 23 de junio

Hoy hemos asaltado y hundido dos mercantes. Ahora mismo estamos persiguiendo otra presa. Antes del medidodía la habremos alcanzado. Las bodegas se van llenando poco a poco y la tripulación está de mejor humor.

El comandante se ha marchado a tierra firme. Dentro de unos días volverá con noticias de las nuevas rutas y de dónde podremos encontrar las mejores presas.

El contramaestre estuvo esquivando al cirujano pero el viernes no le quedó más remedio que visitar la enfermería. Tiene fracturado el bíceps derecho. No es que se le haya roto del todo. Se le ha soltado uno de los tendones. Salvo que la bola le ha bajado hasta casi la articulación, el cirujano dice que no le quedarán secuelas.

Ésta es la noche de san Juan. A partir de hoy, los días comienzan a menguar.

Diario de a bordo, 23 de junio de 2008

miércoles, 18 de junio de 2008

Diario de a bordo: 18 de junio

Esta clara mañana de junio, el Walrus levó anclas rumbo a lo desconocido. Pasarán meses hasta que vuelva a ver este amanecer.




La tripulación no está contenta aunque hoy todavía no han dado muestras de su descontento. Les he dicho que la reina les dará doscientas guineas a cada uno a final de mes y otras doscientas a repartir entre los seis meses que quedan hasta final de año. No forma parte del reparto del botín, pero a la tripulación lo que les importa es el oro y no la forma de conseguirlo. Hoy les he dado orden de quitar cualquier señal que nos pueda identificar y hemos izado con gallardía la Jolly Roger. Tuvimos suerte de encontrar un buque mercante al que asaltamos y hundimos. Los ecos de los cañonazos aún retumban en mis oídos y me llenan de placer.

El contramaestre se lastimó un brazo ayer al amarrar una eslinga. Por la noche, el ron le ayudó a calmar el dolor pero esta mañana le seguía doliendo. Lo he mandado a visitar al cirujano de a bordo y todavía no ha vuelto.

El piloto me ha mostrado una pequeña vía de agua en la popa y el calafate se está dedicando a repararla.
Del almirante no sé nada y mejor que así sea. El comandante está tranquilo recluído en su camarote.

Diario de a bordo, 18 de junio de 2008

lunes, 9 de junio de 2008

Tú eres de Vigo

Este viernes, como tenía un rato libre y había ido a comer por la zona de Cuatro Caminos, en A Coruña, me fui a dar un paseo por El Corte Inglés. Entré por la zona de perfumería y me dirigía a la de libros, cuando vi en un mostrador el jabón de tocador que llevaba ¡cinco años! buscando (no se comercializó en España hasta el 2008). Como no había nadie para atender en el stand de Bvlgari, me acerqué a una chica de otra zona y le pedí si me podía atender. Fue muy amable y charlamos cuatro palabras. Cuando llegó el momento de pagar, le entregué la tarjeta de El Corte Inglés y la chica me dijo: «Tú eres de Vigo». Me quedé desconcertado. Le contesté que sí, mientras pensaba en qué podía haberlo notado. En la tarjeta no ponía nada, el DNI no se lo había enseñado y no creo que pudiera haber identificado mi acento, gallego pero un poco indefinido. La chica me dijo que ella también era de Vigo, de la zona del Calvario a lo que le contesté que yo había vivido por Balaídos, por lo que no éramos del mismo barrio. Ella se acordaba de mi cara. Le dije que hacía 10 años que me había marchado de Vigo y me contestó que ella hacía todavía más años que se había venido a vivir a Coruña. Yo he cambiado mucho desde hace diez años. Aunque sólo sea porque estoy más calvo, he engoradado, he cambiado de modelo de gafas y me he dejado barba.

Poco después llego al trabajo y le comento a mi jefe lo que me acaba de pasar. Él me contesta: «Ya sé quién es». Puedes imaginarte mi cara de asombro. Me describe a la persona, me dice su nombre y que hace 18 años que vive en Coruña. Además me dice que ella tiene mucha amistad con su familia.

Mi cara debió de ser un poema. Casualmente entro en El Corte Inglés porque tenía un rato libre (cosa bastante inusual). Casualmente encuentro algo que llevo 5 años buscando. Casualmente el puesto está vacío y hablo con otra persona para que me atienda. Casualmente esta persona me conoció hace 18 años y se acuerda de mí. Y casualmente mi jefe tiene amistad con ella.

Que me digan ahora que las casualidades no existen.

jueves, 5 de junio de 2008

Educación para la Ciudadanía

Hace unos días, buscando una emisora cuando pasaba con el coche cerca de Santiago, caí en una emisora que hablaba de la objeción de conciencia. Como el servicio militar no es obligatorio, me sorprendió que se hablara de ese tema y me quedé escuchando para tratar de entender de qué hablaban.

Por lo que estaba oyendo, lo que estaban defendiendo era que la educación moral de los hijos es tarea de los padres y no de los centros de enseñanaza. Me extrañaba que estuvieran tirando piedras contra la asigantura de religión y me quedé escuchando un poco más. Me parecía una postura correcta. Los colegios sirven para adquirir conocimientos y la educación es tarea de los padres. Al fin me enteré que no estaban hablando de religión sino que se referían a la objeción de conciencia contra la Educación para la Ciudadanía. La emisora se llamaba Radio María y no tenía nada que ver con la Marihuana sino que era una emisora católica, romana y apostólica.

Seguí escuchando para tratar de comprender cuáles eran los puntos que a la iglesia católica le resultaban incómodos y flipé con la respuesta. El problema está en que, bajo la excusa de que los colegios no deben impartir formación moral, no les parece bien que en la asignatura de Educación para la Ciudadanía se reconozca que existe el matrimonio homosexual, que existen más tipos de familia que la familia clásica, que reconozca que todos tenemos los mismos derechos, que reconozca que no se puede decir que sólo existe una fe verdadera, y otros temas más relacionados con la igualdad. Lo más flipante de todo es que la iglesia católica lleva muchos años impartiendo educación moral en los colegios. No sé cómo considerará la iglesia a los contenidos que se imparten en la clase de religión pero, por lo visto (y oído), no imparten moral.

Estoy de acuerdo con este movimiento. La educación moral la debemos de dar los padres. Así que, lo justo y lo lógico, es que se eliminen la asignatura de Educación para la Ciudadanía y la asignatura de Religión. ¿Qué opinas?

lunes, 2 de junio de 2008

Los cohetes de la fiesta

Es sorprendente la capacidad del ser humano para tomar decisiones equivocadas.

Este fin de semana estaba dando un paseo con mis hijos por los telderetes montados con ocasión de las fiestas de la urbanización donde vivo, cuando vi a un hombre con un saco de papel lleno de cañas de un metro de largo. La intención de este personaje era lanzar unos cohetes o bombas de palenque desde un lugar alejado de las zonas de paso, obviamente con la intención de evitar que alguien se hiciera daño. Poco después, volví a casa con el pan en una mano y el periódico en la otra mientras los cohetes sonaban en lo alto. Al dar la vuelta a una esquina pude observar con espanto lo que este hombre había considerado como «zona segura». ¡Este individuo estaba lanzando los cohetes desde los depósitos de propano que dan servicio a las 1000 viviendas de la urbanización!


Sin comentarios.